El Match de Cupido

¡Hola chicuelos! Estoy más emocionada que cuando anunciaron las fases de la desescalada. 

Hoy os traigo la primera critica oficial de Black Shelving. Por si no lo sabíais, soy una enamorada del amor. Todo ese rollo del hilo rojo del destino, las almas gemelas, tinder… si me escucháis suspirar, lo siento. Si bien es cierto que he tenido algo así como 2328638 almas gemelas en los últimos diez años, no pierdo la esperanza oye. Hay que picar mucho para encontrar diamantes ¿no?

- S I N O P S I S -

Con 17 años, Lila descubre que Cupido, lejos de ser un mito, existe realmente. De hecho, los cupidos están organizados como una agencia secreta y se dedican a enlazar personas sin que nadie lo sepa. Pero la mayor sorpresa no es esta: el auténtico descubrimiento para Lila será que ella, una adolescente mortal, ha sido enlazada con el auténtico dios del amor: el verdadero Cupido. ¿Se trata de una broma? Muy al contrario, ¡es una maldición! Para empezar, ella no buscaba novio. Por otra parte, resulta que Cupido es del todo insoportable. Y para colmo, las relaciones entre cupidos y humanos están prohibidas, por lo que si llegan a enamorarse se arriesgan a la pena capital.

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El match de Cupido sale directamente de los confines de Wattpad. Su escritora, Laurel Palphreyman cuenta con más de cincuenta y dos mil lecturas y a mi... me hacía ojitos desde que lo vi en inglés. Solo he tenido que esperar tres años para poder leerlo en Español, bien, un suspirito, nada de nada… ¡Nada de nada cuando el libro es una bomba! Para mi desgracia, no ha sido el caso. A ver, tenía todas las papeletas pal’ bingo; mitología traída directamente al mundo contemporáneo, machorrotes que prometían quitarte el aliento con solo abrir la boca y una humana que se ve envuelta en una corporación secreta. Me ha dejado gris perla. Tengo la misma sensación que cuando deciden llevar una saga a la gran pantalla y resulta ser un mojón pinchao’ en un palo, ¿me explico? Emosido engañados! 

Probablemente no he leído la letra pequeña del aviso que debería citar que es una lectura recomendada para jóvenes entre 10/13 años, más que nada porque la escritura de la autora parece sacada de sexto de primaria. “Lo miro -diálogo insulso- Se aparta un poco cuando me acerco -diálogo más insulso todavía- Yo niego con la cabeza…” Y a mi me da una embolia cerebral. 

El ritmo es más frenético que juntar una rave de festival y los starbucks de Nueva York en hora punta. Todo pasa increíblemente deprisa. Los personajes no se conocen de absolutamente nada y un segundo después están haciendo fiestas de pijamas. O sea, ¿qué? ¡Dónde está el hilo conductor, mujer! ¡El storyline! ¡Algo! El buscando a Wally de los storytellers. 

En cuanto a los personajes… no sé ni por dónde empezar, la verdad. 

Lila Black, nuestra protagonista. Diecisiete veranitos tiene el alma cánida. Si yo era tan plana con esa edad, desde aquí pido disculpas a todos mis conocidos. En un inicio intentan pintártela como la chica mala. Ya sabéis ¿no? Chaqueta de cuero, pantalones negros, humor ácido. Vale, pues hasta ahí llega su fachada. No hay ni un aspecto de su personalidad que me haya hecho conectar con ella, porque básicamente no tiene. Lila es más llana que una tabla de planchar. No hay evolución ninguna en su personaje. No toma decisiones racionales y para colmo, sus contradicciones constantes casi me dejan calva. 

Cupido Bellator, ojo con el nombrecito, colega. Castigado de por vida. Inmortal. El rompebragas del universo. El macho pistacho por el que todas las mujeres de ambos mundos caen rendidas. El malo malísimo. ¡JÁ! Más bueno que un chusco pan el niño. Bueno niño, que supuestamente es inmortal ¿eh? Ahí radica el principal problema con este personaje. Entiendo que dada la ambientación y su condición de matusalén, tenga un aspecto jovial y que pueda dar el pego en medio de un instituto americano, por eso de que es rubio rubísimo y tiene unos ojazos azules de infarto (cosa, por cierto, que la escritora no nos deja olvidar, porque hace hincapié como treinta siete veces por capitulo). Pero tío… Si has vivido más años que el sol deberías ser un poco más complejo ¿no? Tener carisma, una personalidad forjada, madurez, no sé… algo. Algo más allá de la media sonrisa embarazadora y un montón de insinuaciones con levantamiento de ceja incluido. No hay por donde cogerlo. 

Y, por último, tenemos a Cal. De todos es el único del que puedo salvar algo. Esto es como cuando te dejas las lentejas en el fuego y se te queman por debajo, que tú piensas, bueno… si hecho un poco más de agua y hago puré lo mismo no se nota tanto. Es el personaje que más coherente me ha parecido, y teniendo en cuenta los demás, es mucho decir. Su personalidad se mantiene firme durante toda la lectura, va avanzando con nosotros, tomando decisiones acordes con su historia y su cometido, evolucionando y abriéndose. También es guapo guapérrimo, pero es el chico bueno. El chico bueno que esconde más de un secreto. Y que a mi, personalmente, me ha ganado un poquitín, como amiga, eso si. Es el rey de la friendzone. 

Los personajes secundarios no voy ni a nombrarlos porque a excepción de un caso muy concreto y puntual, es como si no existieran. Mira Jack por allá, la chica de segundo que me enchufa el altavoz, la vieja de los batidos, y ah… ahí está otra vez la chica de los altavoces pero ahora stalkea a mi acompañante desde la distancia, aparece mi padre por aquí esporádicamente, que parece enfadado, pero en realidad no, etc, etc… 

Los plot-twist quieren llegar a algo medio decente, y digo quieren porque, una vez más, la narración no juega para nada a su favor. 

¿Conclusión? Una temática fantástica que, en mi opinión, Lauren no ha sabido hacer brillar. La idea es original, llamativa y tiene los alicientes necesarios para convertirse en un gran descubrimiento. ¿La ejecución? No ha sido tan buena.

¿TE LO VAS A PERDER O QUÉ?