BIENVENIDOS
Esto... esto es raro de cojones. Quiero decir... me siento un poco estúpida escribiendo aquí sola, a las tantas de la mañana, como si esto fuese el discurso de los Goya. Aún así, creo que debería presentarme, por eso de la buena educación y la reciprocidad.
Soy Kyleen, pero todo el mundo me llama Ka o Kyle, así que, en realidad, podéis llamarme como os salga de las narices que os voy a ignorar igual. Tengo más años de los que estoy dispuesta a reconocer públicamente y soy licenciada en Marketing. Hablo por los codos, si estos pudieran hacerlo de verdad, seguramente me mandarían callar.
El sarcasmo, los calcetines desparejados, el helado de pistacho y los abdominales de Charlie Hunnam son cuatro cosas que me encantan. También me gusta fundirme el suelo en trapitos de Zara que luego nunca me pongo, pero eso es otro tema. A estas alturas estaréis pensando en por qué os estoy metiendo toda esta información random e irrelevante ¿no? Pues mirad, porque puedo, y porque me da la gana. Being isolated sucks, y quien diga lo contrario miente tanto que probablemente tenga una sillita en el infierno.
Este espacio nace producto del más absoluto aburrimiento. Ya me he cortado el pelo, he intentado hacer mascarillas con restos de tela, he hecho yoga e incluso me he metido a una clase de fitness en la que terminé dándome al bebercio por pura desesperación. Los únicos abdominales que hago son los que necesito para coger palomitas de la mesa mientras veo Netflix.
Bienvenidos a Balck Shelving, mis futuros acompañantes de verborrea. Y ahora hacedme un favor, y contadme qué es lo más raro que habéis hecho estando encerrados. ¡Mejor! Que sean dos favores, no me digáis que os habéis apuntado al modo cooking mamma y habéis hecho pan, por favor y gracias.
Soy Kyleen, pero todo el mundo me llama Ka o Kyle, así que, en realidad, podéis llamarme como os salga de las narices que os voy a ignorar igual. Tengo más años de los que estoy dispuesta a reconocer públicamente y soy licenciada en Marketing. Hablo por los codos, si estos pudieran hacerlo de verdad, seguramente me mandarían callar.
El sarcasmo, los calcetines desparejados, el helado de pistacho y los abdominales de Charlie Hunnam son cuatro cosas que me encantan. También me gusta fundirme el suelo en trapitos de Zara que luego nunca me pongo, pero eso es otro tema. A estas alturas estaréis pensando en por qué os estoy metiendo toda esta información random e irrelevante ¿no? Pues mirad, porque puedo, y porque me da la gana. Being isolated sucks, y quien diga lo contrario miente tanto que probablemente tenga una sillita en el infierno.
Este espacio nace producto del más absoluto aburrimiento. Ya me he cortado el pelo, he intentado hacer mascarillas con restos de tela, he hecho yoga e incluso me he metido a una clase de fitness en la que terminé dándome al bebercio por pura desesperación. Los únicos abdominales que hago son los que necesito para coger palomitas de la mesa mientras veo Netflix.
Bienvenidos a Balck Shelving, mis futuros acompañantes de verborrea. Y ahora hacedme un favor, y contadme qué es lo más raro que habéis hecho estando encerrados. ¡Mejor! Que sean dos favores, no me digáis que os habéis apuntado al modo cooking mamma y habéis hecho pan, por favor y gracias.
Hola
ResponderEliminarAy madre mía, se me hace que vas a ser como un viento fresco y me va a encantar, lo que me has hecho reír Kyle. Yo por mi parte te digo que he aprendido a tener más paciencia con las cuatro bestias peludas que viven en casa y que son más exactos que un reloj suizo a las 7:59 hora de los aplausos, sus ladridos avisan que es hora de salir a la ventana... Y leer
Un bes💕
¡Hola! Muchísimas gracias por el comentario, sois todas un amor. Yo a veces doy gracias de no tener perro, y luego me acuerdo de que tengo una gata que se cree la reina de Saba y se me pasa. ¡Porque no veas que tirana es la muy cabronida!
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